Investigación de la Universidad de Los Lagos en el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle concluyó que las erupciones volcánicas generaron extinciones locales de especies que habitan ríos aledaños por efecto de las cenizas volcánicas.
Aunque las erupciones volcánicas explosivas son perturbaciones naturales que causan importantes repercusiones ambientales e imponen múltiples cambios en los ecosistemas, los estudios posteriores a las erupciones de ríos y arroyos no son comunes.
La erupción más reciente del complejo volcánico Puyehue ‐ Cordón Caulle (PCCVC) comenzó el 4 de junio de 2011 con una gran explosión y la emisión de una columna de gas y ceniza volcánica (tamaño de partícula <0,001–2 mm) seguida de la liberación de sílice, magma y duró aproximadamente hasta junio de 2012. La ceniza volcánica dispersada por el viento afectó el área circundante al PCCVC en el sur de Chile y, posteriormente, la mayor parte de América del Sur.
En este estudio se informa que este desastre natural indujo un aumento en las concentraciones de sólidos suspendidos totales y de fósforo en los ríos Gol ‐ Gol y Nilahue, así como destrucción del hábitat, deterioro de la calidad ambiental y la consecuente devastación de conjuntos de macroinvertebrados que habitan directamente estos ríos después de la erupción. El estudio concluyó que las erupciones volcánicas pueden generar extinciones locales de macroinvertebrados bentónicos en el corto plazo, en comparación con ríos que no fueron afectados por cenizas volcánicas.
Artículo disponible en: https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/ecs2.3105